Un día después de la muerte del lanzador zurdo Tyler Skaggs a los 27 años en Texas, los Angelinos de Anaheim ofrecieron una rueda de prensa con el propietario Arte Moreno, el presidente del club John Carpino, el gerente general Billy Eppler y el manager Brad Ausmus en el Globe Life Park.

Flanqueado por dos camisas con el 45 de Skaggs, Eppler fue el primero en hacer un comentario sobre Skaggs.

“Estas no son circunstancias en las que uno quiere hacer una rueda de prensa”, dijo Eppler. “Ayer perdimos a un miembro de la familia. Fue un compañero, un hermano, un amigo, y más importante que todo eso, fue un esposo y un hijo. Era un joven con muchas cosas por vivir. Ahora vivirá sólo en nuestras mentes y nuestros corazones. Nuestro equipo jamás será el mismo”.

Varios jugadores de los Angelinos asistieron a la rueda de prensa para mostrar su apoyo, pero no estuvieron disponibles para hablar con los medios antes del juego del martes contra los Rangers para que pudieran tener algo de privacidad. El partido del lunes fue pospuesto y se disputará en agosto.

Moreno tomó la palabra luego para referirse a Skaggs, quien fue firmado en un principio por los Angelinos en el 2009, cambiado a los D-backs en el 2010, y luego enviado de vuelta a Los Angeles-Anaheim antes de la temporada del 2014.

“No hay palabras para expresar nuestra tristeza”, dijo Moreno. “Queremos ofrecer nuestras más sentidas condolencias a la familia Skaggs. Nuestros corazones están con su esposa, Carli. Y seguiremos acompañándola”.

Eppler dijo que habló con los jugadores y que todos estuvieron de acuerdo en que lo mejor era disputar el juego del martes como estaba pautado.

“No quiero hablar por ellos, pero esto es lo que Tyler hubiera querido”, dijo Eppler. “Eso también les va a permitir ir volviendo a su rutina y tener un período en el que se puedan desconectar. Muchos problemas desaparecen cuando se hace el primer pitcheo y hasta que se hace el último out”.

Ausmus, visiblemente compungido mientras hablaba sobre Skaggs, estuvo de acuerdo en que lo mejor era disputar el encuentro.

“El primero, fuese hoy o mañana, iba a ser el más duro de todos con la excepción de ayer (el lunes)”, dijo Ausmus. “El partido puede ser un refugio para los jugadores. Sentarse en un cuarto de hotel nos les iba a hacer ningún bien”.