Un primer tiempo de pesadilla, como nunca había sucedido en la temporada. Desde el principio, el Inter no encontró ritmo, intensidad ni distancia, casi abrumado por la falta despreocupación de un Milan con ideas muy claras: presión alta, marca al hombre sobre Brozovic, sofocado por Calhanoglu, inserciones entre el quinto centro del campo y la parte central.

El 4-4-1-1 de Pioli en la fase ofensiva fue fluido, con Rebic y Castillejo haciendo daño por fuera y Calhanoglu libre para subir, siempre llegando a una zona que el Inter no sabe leer.

Así llegaron repetidas ocasiones para Milan, con la defensa nerazzurra siempre obligada a retroceder y cerrar en el último segundo. Al 9′ la puerta de Padelli tiembla por el misil derecho de Calhanoglu que sacude el poste.

Una sacudida que intenta despertar al Inter que presenta un entumecimiento inusual. Son las jugadas a bola muerta las que dan un respiro al equipo de Conte, Skriniar no logra contactar la pelota al minuto 12 y Godin la estrella en el poste con un gran cabezazo al minuto 19.

Ocasiones imrpovisadas, como el fenomenal sprint de Lukaku al minuto 24, con una asistencia para Vecino y un gran disparo a la derecha que es bloqueado por Donnarumma. Sin embargo, el AC Milan continúa trabajando duro, De Vrij y Skriniar se ven obligados a realizar recuperaciones sensacionales como la del minuto 33.

Las dificultades de los nerazzurri se ven castigadas al minuto 40 con el gol de Rebic, que resuelve en el área pequeña tras un el cabezazo de Ibrahimovic. Una ventaja para los rossoneri que se vuelve mayor al minuto 46 cuando Ibrahimovic, solo en el área tras un saque de esquina, vuelve a vencer a Padelli para poner el 0-2 con el que el partido se va al descanso.

La segunda mitad el Inter comienza un juego completamente diferente al de la primera mitad. En unos minutos, el Inter libera toda su energía, comenzando a llevar peligro balo la tribuna norte.

La carga la lleva Candreva. Balones peligrosos comienzan a llover de sus pies. En uno de estos, rechazado por la defensa, aparece Brozovic – en la versión de capitán -y envía el balón a la esquina izquierda desde el borde del área.

El segundo gol de la temporada, ambos en el derbi. Inicia la remontada y se vuelve implacable. Al 53′, dos minutos después del gol del croata, llega el 2-2: Vecino aprovecha la asistencia de Sánchez para vencer a Donnarumma. San Siro es un caos, el AC Milan está contra las cuerdas.

En dos minutos se empata el partido, comienza de nuevo desde cero. Los rossoneri no se tambalean, pero ya no saben cómo atacar. El Inter no brilla, pero entiende que cada oportunidad es buena para dar el golpe de gracia.

Lukaku roza la portería con un remate que se va desviado a la derecha al minuto 70. En el saque de esquina cobrado por Candreva es de Vrij quien vuela, literalmente, para enviar la pelota por detrás de Donnarumma.

El 3-2 es un golpe maestro, Inter realiza cambios para aprovechar los contraataques con Eriksen y una Barella incansable. Eriksen golpea el travesaño en un tiro libre sensacional desde 30 metros al minuto 81.

El juego no está cerrado, el Milan intenta con sus últimas energías levantar la cabeza, pero el poste le niega el gol a Ibrahimovic al minuto 89 (probable falta sobre Skriniar). Y luego hay tiempo para el gol del delirio: el de Lukaku, de cabeza tras un pase de Moses.