Este martes comenzará en Houston la edición 2019 de la Serie Mundial entre los Nacionales de Washington y Astros, con lo que el mexicano Roberto Osuna, egresado de la cantera de los Diablos Rojos del México, se convertirá en el tercer jugador en la historia de la Pandilla Roja en llegar a un Clásico de Otoño.

El primero en un clásico de octubre fue el también lanzador Enrique Romo, con los Piratas de Pittsburgh en 1979, y el segundo fue Aurelio López en 1984, ambos ganadores de la Serie Mundial.

Roberto Osuna llega a la Serie Mundial con los Astros después de tener un papel protagónico con la novena texana en el 2019, ya que fue el campeón de juegos salvados de la Liga Americana con 38 rescates en 44 oportunidades, vio acción en 65 entradas en las recetó 73 ponches a cambio de 12 bases por bolas y una efectividad de 2.63 en promedio de carreras limpias admitidas.

Además de que en esta temporada se convirtió en el cerrador más joven en la historia de las Grandes Ligas en llegar a 150 juegos salvados con  24 años de edad, hasta el momento se quedo en 154 rescates en temporada regular.

En la actual postemporada, Osuna ha visto acción en siete juegos, con una victoria, un salvamento y un hold, ha lanzado durante 7.2 entradas, con cuatro jits, tres carreras que han sido limpias, un cuadrangular, tres bases por bolas y ocho ponches. La victoria que tiene fue en el sexto juego de la Serie de Campeonato de la Liga Americana sobre los Yanquis de Nueva York.

Por si fuera poco, para este año de en sueño para Roberto Osuna, está colocado en la terna para Relevista del Año, junto a Liam Hendricks (Oakland) y Aroldis Chapman (Yanquis de Nueva York).

En esta Serie Mundial y también con los Astros de Houston se encuentra otro azteca, el mazatleco José Urquidy y junto con Roberto Osuna se convertirán en los mexicanos 22 y 23 en ver acción en un Clásico de Otoño.

En 1979 el lanzador Enrique Romo fue parte del equipo campeón de la Serie Mundial, Piratas de Pittsburgh, en aquella serie los filibusteros se enfrentaron a los Orioles de Baltimore, y Romo vio acción en dos de los siete juegos que se disputaron, con 4.2 entradas de labor, cinco hits, dos carreras que fueron limpias, tres bases por bolas y cuatro ponches.

Ahora 40 años después de que llegó el primer Diablos Rojo, otro jugador salido de la cantera escarlata volverá a ser parte de la Serie Mundial.