El avance del virus Covid-19 ha generado pánico en la población y debido a la contingencia que muchos gobiernos están tomando, han recomendado permanecer en casa y no salir.

Debido a la incertidumbre de lo que se espera y el aislamiento, el miedo se incrementa y activa nuestro instinto de supervivencia.

«Es este miedo es lo que hace que una persona vaya al supermercado y arrase con el papel higiénico», explica Cristina Gutiérrez Lesión, experta educadora emocional y escritora.

Y esto es porque aunque el papel higiénico no ayude en ninguna medida contra el coronavirus, es uno de los artículos más comprados.

El papel higiénico ocupa grandes espacios en los estantes de los supermercados y es muy visible cuando el producto falta, lo que produce el Síndrome de FOMO, que es una patología que da la sensación de estar perdiéndose de algo, o de estar dejando escapar oportunidades valiosas.

En redes sociales y medios de comunicación podemos ver a las personas realizando compras para estar preparados en caso necesario de aislamiento, lo que genera la necesidad de hacer lo mismo, para así evitar tener la sensación de necesitar algo que no se tiene o que escasea.

Las compras de pánico son un efecto de comportamiento “oveja” de la sociedad, donde sí alguien compra algo, la otra persona también debe hacerlo.

Además de que en esta comodidad moderna, no estamos acostumbrados a la escasez, sino a poder elegir lo que queremos, cuando lo queremos.

El mundo no estaba preparado para esta pandemia y las personas realizan compras de pánico como medida para hacer creer que pueden recuperar el control.