El investigador Rodrigo Medellín señaló que aunque su población ha tenido cierto incremento (de cuatro mil contabilizados en 2010, a cuatro mil 800 en la actualidad), sigue siendo una especie amenazada.
En tanto, Gerardo Ceballos, investigador del Instituto Ecológico, remarcó que en el país el jaguar está en peligro de extinción por la pérdida de su hábitat, por enfermedades que les transmiten los animales domésticos y por su cacería indiscriminada.
Medellín indicó que el mercado ilegal de especies en China ya ha menguado las poblaciones de tigres, leopardos y leones, “y ahora viene a apoderarse de los gatos grandes de este continente, comenzando por el jaguar”.
Por ello, afirmó que la única manera de detener el tráfico es la participación conjunta de autoridades, población local y comunidad internacional. Subrayó que se ha creado una alianza latinoamericana, con más de 14 naciones miembro que trabajan para articular una estrategia en el continente.
Al respecto, Ceballos, resaltó que para mantener a largo plazo la población de estos felinos y la diversidad biológica en nuestro territorio, son necesarias metas específicas y contar con políticas públicas claras en materia ambiental.
Asimismo, sugirió que al finalizar el sexenio se logre tasa cero de deforestación, pues en México se pierden más de 100 mil hectáreas anuales de bosques y selvas, y con ello se deteriora el entorno de estos felinos, por lo que es necesario evaluar las obras de infraestructura para comunicación y transporte, pues muchas de ellas afectan áreas naturales prioritarias para su conservación, lo que provoca que las poblaciones queden fragmentadas y se vuelven más pequeñas y vulnerables a la extinción.
De igual manera, “se requiere incrementar el presupuesto de la Comisión Nacional Forestal para apoyar a ejidatarios, comuneros y pequeños propietarios de áreas refugio del jaguar, así como consolidar la Guardia Nacional Ambiental para la protección de ésta y otras especies amenazadas, y de áreas protegidas”.