Este miércoles reapareció la presidenta del Senado de Bolivia, Adriana Salvatierra, para aclarar que no ha renunciado, por lo que es ella que que debería sustituir a Evo Morales en la presidencia, como marca la Constitución andina.

Salvatierra renunció públicamente el domingo a la jefatura de la Cámara Alta para dar “una salida pacífica de los conflictos”; sin embargo regresó a la Asamblea con la intención de retornar a sus funciones.

Agentes que custodian el Congreso le recordaron que había renunciado, a lo que ella contestó:
“No a mi curul ni a la Presidencia”, afirmó la expresidenta, rodeada de simpatizantes que gritaron “¡Dejen entrar a la presidenta de Bolivia!”.

Más tarde dio a conocer en un video en su cuenta de twitter que el Presidente Evo Morales sufrió un golpe de estado coordinada por las Fuerzas Armadas y policiales, que sufrió dos atentados contra su vida, además del impedimento del aterrizaje del avión que iba a llevar al expresidente rumbo a México.

Y sobre su retorno al Congreso, dijo:
“El día de hoy hemos sido agredidos, se nos ha impedido ingresar a las instalaciones de la Asamblea Legislativa. Fuimos gasificados, golpeados, y finalmente impidieron el ejercicio de las labores parlamentarias. También dijo que hay un desplazamiento de militares y tanques en la plaza Murillo y en zonas rurales que buscan reprimir a campesinos y mujeres.

“Estas son las muestras de que es un golpe de Estado y de que las fuerzas del orden no brindan ni una sola garantía para la seguridad de nadie. Están aquí para reprimir, para gasificar y para obedecer a las órdenes de un gobierno que lo único que hace es intentar naturalizar un golpe de Estado”, sostuvo.

En entrevista con Aristegui, afirmó que Evo Morales como víctima del golpe de estado sigue siendo presidente porque presentó la Carta de Renuncia ante la Asamblea Legislativa Plurinacional, y esta carta debe ser aceptada ante la misma Asamblea.

Por otro lado, de acuerdo a los abogados constitucionalistas Bernardo Wayar y José Rivera, la senadora no puede reclamar la presidencia porque su renuncia fue expresa y pública, y es una prueba de su intención de alejarse como sucesora de Morales, y dijeron que ya se dio la sucesión presidencial constitucional, que recayó en la actual presidenta Jeanine Áñez, quien se encontraba en ejercicio de la presidencia del Senado.